El cenicero esta rebosado de viejos recuerdos, sirvo otro vaso de alcohol barato, ya entiendo a los alcoholicos (no me considero uno de ellos o tal vez) el licor, no importa su valor, sabe a lo mismo, sabe a melancolia, sabe a el pasado, por eso volvemos a el, porque volver el tiempo es más complicado.Conversando con un amigo escuchando una cancion de Draco, llegamos a la conclusion que olvidar es recordar y viceverza, tal vez es mas facil una lobotomia, pero llegamos a un instante en que no queremos olvidar para que nuestra vida no sea en vano, ver arder las cosas como dijo el personaje de una pelicula que ví, puede ser la solucion pasajera, pero el tiempo es una linea, y ya sabemos la direccion en que va y no se puede ver arder lo que ocurrio, simplemente quemamos el cerebro a punta de estupideces para ignorar lo que nunca se ha ido, lo que permanece y que por mas que intentemos: sobredosis de alcohol, risas y desparpajos hipócritas, alucinógenos, es algo que prevalece, que perdura, que nunca se irá, esperamos (no mas plural) espero que se vaya, que desaparezca, para poder dormir tranquilo una noche más y despertar y no tener que pensar que mis actos pasados configuran mi presente y me cagan el futuro, las palabras escritas ya no existen, las palabras dichas se desvanecen, los recuerdos....ja los recuerdos, se arrancan mas facil las verrugas prehistóricas de las abuelas que los recuerdos, ya entiendo mi manía, mi obsesión de arrancar las etiquetas de la cerveza, pienso que arrancando esos papeles humedos, algo se irá de mi.... que iluso.... arranco la etiqueta y me bebo el contenido de la botella , sin saber que por mas que las destruya, siguen conmigo, siguen en mí, y yo no me percato de lo que sucede en cada borrachera. Ese alcohol ahora corre por mi flujo sanguineo, es mas parte de mi que antes de beber.......sin embargo sigo destruyendo etiquetas.